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HISTORIA DE LA VÍA DE LA PLATA

La Ruta de La Plata o Vía de la Plata, es un recorrido de prácticamente 1.000 kilómetros, partiendo desde Sevilla, y atajando por Puebla de Sanabria y Orense, hasta Santiago de Compostela. La vía de la Plata se trata de un camino milenario, jalonado por toda suerte de vestigios; columna vertebral de la península Ibérica, eje que permitió y facilitó el tránsito de las divisiones romanas y más tarde la invasión árabe. Conoce más a fondo esta ruta de peregrinaje milenario con Nova Compostela.

La Vía de la plata era una calzada romana que partía de Emérita Augusta, capital de la Lusitania y actual ciudad de Mérida y llegaba hasta Asturica Augusta, la Astorga de hoy en día. En el Itinerario de Antonino este trayecto equivaldría a la calzada número XXIV entre Mérida y Zamora y a la XXVI entre Zamora y Astorga. Se trazó durante la invasión romana a finales del siglo I a.C. con un fin puramente militar y adquirió gran importancia como red comercial durante los siglos del Imperio.

La vía de la Plata deriva de la palabra árabe Balata, que significa enlosar o «del camino que aparece enlosado con piedras irregulares y grandes», adaptándose esta palabra a la palabra homófona castellana que más se le aproximaba y que evidentemente era plata.

En época del emperador Augusto y sobre todo  durante los reinados de los emperadores Trajano y Adriano, ya se configura como una calzada romana que en sus inicios unía Emerita Augusta (Mérida) con Asturica Augusta (Astorga), y que continuaba por la  “XXIII, Iter ab Ostio Fluminis Anae Emeritam Usque” hasta Sevilla por el sur, y hasta Gijón por el norte a través de La Vía Carisa, calzada romana impulsada por el general Publio Carisio, cuyo objeto era unir los asentamientos militares de tierras leonesas con el mar Cantábrico. La primitiva calzada, y sus prolongaciones naturales crearon una gran ruta de comunicación que unía la cornisa cantábrica con las tierras del Sur de Hispania.

Por ella circularon mercancías, tropas, comerciantes y viajeros, en un continuo tránsito que favoreció la difusión de la cultura romana, su lengua y modos de vida, a la vez que facilitaba el control del territorio que necesitaba la administración del Imperio Romano.

LA VÍA DE LA PLATA EN LA EDAD MEDIA

Esta ruta se siguió usando a lo largo de los siglos, tanto por árabes como por cristianos durante la Edad Media, para continuar después desempeñando un importante papel en la red de comunicaciones de la Península Ibérica. La riqueza del pasado histórico de la Ruta de la Plata, cuyo nombre deriva del árabe balat, «camino empedrado», se pone de manifiesto en los innumerables vestigios que jalonan su recorrido, que ofrece uno de los conjuntos más interesantes de nuestro Patrimonio histórico.

Esta ruta sería la ruta principal entre Sevilla y el Norte de España, siendo transitada continuamente por mercaderes, personas y posteriormente por peregrinos que venían del sur de España para peregrinar hasta Santiago de Compostela.

LA VÍA DE LA PLATA EN LA ACTUALIDAD

En la actualidad, esta senda jacobea parte de Sevilla y llega hasta Zamora, donde enlaza con el Camino Francés. Son 705 kilómetros que coinciden, en gran parte de su recorrido, con la milenaria calzada romana, todavía visible en ciertas partes. Puentes, miliarios, grandes construcciones… adornan este recorrido que atraviesa dehesas y pistas de concentración parcelario antes de llegar a llanuras cultivables, amplios campos de cereales, pinares y bucólicos bosques.

Pero si por algo destaca este camino es por su gran riqueza patrimonial. Sevilla, Zafra, Mérida, Cáceres, Salamanca o Zamora son algunas de las localidades que atraviesa esta ruta, todos ellos importantes conjuntos que muestran parte de la historia de la Península.

La vía de la Plata está perfectamente señalizada con sus flechas amarillas y posee una buena red de albergues, alojamientos y servicios.

¡Disfruta de esta ruta Milenaria y ven a Santiago de Compostela! Te esperamos.