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Santiago de Compostela

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El otoño es una de las mejores épocas del año para hacer el Camino de Santiago. Ya quedan lejos las aglomeraciones de peregrinos y las temperaturas son generalmente agradables en la mitad norte de la Península. Si puedes elegir, sin duda no te equivocarás si decides hacer el Camino en otoño; prepara tu mochila y comienza a caminar, disfrutarás de un Camino de Santiago inolvidable, con una paleta de colores única y sin tener que preocuparte de ser el primero en llegar al albergue para no quedarte sin plaza.

Si la primavera es la estación del año en el Camino en el que los peregrinos comienzan a poblar las rutas poco a poco hasta la vorágine de los meses de julio y agosto, hacer el Camino de Santiago en otoño es todo lo contrario. A partir de septiembre, cuando el verano va muriendo, los peregrinos van abandonando el Camino, cada vez las rutas son menos transitadas y encontramos que se acaban los problemas para encontrar cama en los albergues. Si te estás preguntando cuándo hacer el Camino de Santiago, el comienzo del otoño es una época magnífica para probar la experiencia. 

Los agobios del verano se evaporan para el peregrino que tiene la suerte de poder hacer el Camino de Santiago en esta época del año, sin embargo también comienzan a bajar las temperaturas y muchos albergues públicos y privados comienzan a cerrar sus puertas dando por finalizada la temporada hasta la siguiente campaña. Por este motivo, ya en otoño es recomendable informarse con antelación de qué alojamientos cierran y cuáles siguen abiertos.

Dependiendo de qué semanas escojamos para hacer el Camino de santiago en otoño nos encontraremos unas condiciones u otras; no tienen nada que ver caminar a finales de septiembre que a finales de diciembre, como es lógico. Lo mejor, si podemos elegir, es lanzarnos a caminar antes de mediados de octubre, cuando las temperaturas todavía no han bajado demasiado e incluso el tiempo nos puede sorprender con días soleados; eso sí hay que tener claro que al entrar en Galicia lo normal es que nos encontremos lluvias muy frecuentes en esta época del año.

¿Cómo Equiparse para hacer el Camino de Santiago en Otoño?

Así, es esencial que el peregrino se haga de un buen kit de supervivencia en el que no debe faltar algún chaleco aislante tanto para el viento como el frío , ya que las temperaturas pueden descender considerablemente en esta época del año. Además, al ser una localización en la que las lluvias suelen tener bastante presencia, se hace imprescindible llevar prendas impermeables para evitar calarse hasta los huesos. Un buen calzado es esencial, ya que los pies son la herramienta más importante de esta aventura, es por ello que tener un par de calcetines por cada día es el mejor aliado contra rozaduras y grietas.

El bienestar corporal es otro aspecto importante, es por ello que el peso de la mochila no debe superar el 10 por ciento del peso corporal. Para ello, el peregrino deberá filtrar todo lo superfluo y cargar sólo lo sucinto para el viaje. La correcta sujeción de la mochila es otro aspecto importante, las tiras de los hombros deben ir aflojadas al máximo y, además, debe estar sujeta por la cintura a la altura de las caderas.

Otro aspecto imprescindible para el bienestar corporal es la correcta alimentación. Al realizar más esfuerzo físico las calorías ingeridas deben ajustarse a las circunstancias. Se debe realizar un desayuno completo, durante el día ingerir alimentos de digestión ligera pero energéticos y finalizar la jornada con un buen banquete que ayude a descansar y recuperar fuerzas de cara al día siguiente.

El Camino de Santiago es una experiencia que toda persona debería experimentar, siempre teniendo en cuenta lo necesario para viajar sin incidentes y asegurando de esta forma el máximo disfrute de un camino inolvidable.