El Monte do Gozo es una montaña que está muy cerquita de Santiago de Compostela, a tan solo una hora andando y a unos 15 minutos en coche desde el centro de la ciudad.
El Camino de Santiago pasa por aquí antes de adentrarse en la bonita ciudad y eso dio lugar a su nombre: el sentimiento de gozo que se despierta en los peregrinos cuando ven, a lo fondo, las dos torres de la catedral de Santiago de Compostela. Si, después de tantos kilómetros tras sus pies, casi han llegado a su destino. Tan solo quedan 5 kilómetros para el final del Camino.
Después de dejar atrás el Monte do Gozo, el peregrino caminará bajo San Lázaro, un barrio popular en Santiago, el barrio residencial de Fontiñas, se adentrará en la ciudad por Rúa dos Concheiros, bajando por San Pedro hasta la Puerta del Camino, antigua puerta de la muralla en la ciudad compostelana. Ya se nota el ambiente santiagués: estudiantes, peregrinos, turistas y santiagueses, personas muy diferentes pero que le dan un ambiente totalmente único a la ciudad, una ciudad repleta de historia, museos, calles empedradas, bares, etc. Escasos diez minutos después de llegar a la Puerta del Camino, llegará al Obradoiro.
La historia del monte se remonta a la Edad Media
Xelmirez, primer arzobispo de Santiago, en el siglo XII, mandó construir una capilla en el monte. Allí, los peregrinos agradecían el haber llegado hasta allí. Además, los peregrinos que venían a caballo solían bajarse en este punto para terminar el camino a pie, tal y como hizo Alfonso XI de Castilla.
Cinco siglos después, esta capilla fue abandonada
Recientemente, en el 1989, el papa Juan Pablo II estuvo en Santiago de Compostela, por lo que se hicieron grandes obras para acoger la Jornada Mundial de la Juventud.
Gracias a esta visita, hay unas grandes instalaciones para acoger a los peregrinos: albergue, restaurante, cafetería, lavadería, tienda, campo de fútbol y un auditorio con una capacidad para 40.000 personas. Es aquí donde actuaron grandes como los Rolling o Bruce Springsteen en sus giras.
En la actualidad, la Xunta está tratando de recuperar este espacio para su uso de peregrinos y vecinos de la ciudad, ya que estos últimos ven las instalaciones del Monte do Gozo como un lugar para los peregrinos y no un espacio para disfrute propio.