Al disponer de tan poco tiempo tuvimos que elegir los destinos de esta zona que más nos atraían. Escogimos Cambados, O grove, Combarro y Pontevedra, aunque también visitaríamos las Islas Cíes desde Vigo más adelante.
Día 1: Ría de Arousa (Cambados, O Grove, Sanxenxo). Turismo de vino y marinero.
1. Cambados
Nuestra primera parada es la villa de Cambados, capital del Albariño y seleccionada como Ciudad Europea del Vino 2017. Los imprescindibles a visitar en el centro y los alrededores son: El Palacio y la Plaza de Fefiñanes, el Pazo de Ulloa, las Ruinas de Santa Mariña Dozo, la Iglesia de San Benito, el Pazo de Montesacro y la Torre de San Sadorniño.
Pero el verdadero encanto de esta zona reside en que aquí se encuentra el mayor banco marisquero de Galicia. Merece la pena llegar hasta aquí por la mañana para ver a las mariscadoras en la playa, extrayendo almejas, berberechos, navajas…
Abandonamos ahora el centro histórico y nos dirigimos con el coche hacia las ruinas de la Iglesia de Santa Mariña Dozo, en la parte alta de la villa. Muy cerca de aquí se encuentran el Museo Etnográfico y del Vino y el Mirador de la Pastora, un lugar maravilloso para observar la ría de Arousa y Cambados desde las alturas y despedirnos hasta la próxima de esta bonita villa.
2. O Grove
Playas, bateas, riquísimo marisco y un oasis de bienestar en los balnearios de la vecina isla de La Toja. Aquí se viene a disfrutar del pescado y del marisco. No lo encontraréis tan fresco y económico en ningún otro lugar.
¿Y qué más podemos hacer en O Grove? Disfrutar de las muchas esculturas que decoran sus calles y plazas, pasear por sus playas de Bandera Azul como A Lanzada o Area da Cruz o alguna de las pequeñas calas esparcidas por el municipio, visitar el Museo de la Pesca y de la Salazón o el Acuario, y llegar hasta la Isla de la Toja donde está la ermita de San Sebastián, recubierta de conchas de vieira. Y por supuesto, si tenéis tiempo, aprovechad la oferta termal única que os ofrece la isla.
3. Sanxenxo
Hay quien conoce Sanxenxo como “la Marbella gallega”, pues es en verano, con el turismo de sol y playa, cuando la localidad pontevedresa se convierte en un hervidero de gente y no falta la fiesta ninguna noche.
Día 2: Combarro y Pontevedra. Lo más bonito de las Rías Baixas.
4. Combarro
A modo de resumen, el pueblo marinero de Combarro huele a agua salada y licor café. Ofrece un precioso paseo entre hórreos y cruceiros y un viaje a otra época. Es un lugar que parece sacado de un cuento infantil.
5. Pontevedra
La Boa Vila de Pontevedra es una ciudad viva, hospitalaria, peatonal, singular y bellísima. Su centro histórico, declarado conjunto histórico artístico en 1951, es uno de los más hermosos y mejores conservados de Galicia. Hay mucho que ver y muchísimo que vivir en Pontevedra. Y todo está a un paso.
Si intentáramos abarcar todo lo que hay que ver en Pontevedra tendríamos que escribir un artículo aparte. Si necesitáis más información, en la Oficina de Turismo os podrán recomendar el mejor recorrido para descubrir la ciudad.